domingo, 4 de marzo de 2012

Leonor Esguerra


Hoy he visto en la notícias la historia de Leonor Esguerra. Me ha llamado la atención y por eso quiero compartir este interés por esta noticia, con vosotros/as. 


Leonor Esguerra es una mujer colombiana, ahora de 81 años de edad, que para vuestro asombro y sobre todo, para el mío, ha pasado por inmensas aventuras a lo largo de su vida, y eso que el vivir, supone una de las mayores aventuras posibles.
Cuando fue una mujer joven, ingresó en un colegio, religioso y con un sistema educativo basado en dar todas las asignaturas en inglés,y además, con una base norteamericana, ya que todas las asignaturas se ejecutaban, como si estuvieran realmente en EE.UU (Historia de los Estados Unidos, calculando problemas matemáticos con millas...). En ese colegio, no se inculcaba nada, absolutamente nada, sobre Colombia, que sería lo normal. Allí se erradica todo lo que tenga que ver con la ciudad en la que viven, y lo sustituyen por un país totalmente alejado del de orígen. Leonor Esguerra, precisamente no estaba de acuerdo con esta injusticia, e intentó cambiar esta situación. Todos los intentos por ello, solamente dieron como resultado el concluyente despido de esta gran profesora, por parte del colegio, coaccionado bajo las amenazas de los padres de aquellas niñas (era un colegio, exclusivamente para niñas) que no veían con buenos ojos, los intentos de Leonor, por cambiar el sistema en que se basaba su ya antiguo lugar de trabajo. 
Ella creía  que el marxismo era la única vía para alcanzar la revolución, como única forma de acabar con la desigualdad, aquella que veía con distancia cuando crecía entre algodones.
Y cuando observó que los obispos perseguían a sus compañeros sacerdotes comprometidos con los más pobres, colgó el hábito y se puso a disposición del Ejército de Liberación Nacional (ELN). Sí, increíblemente, también fue una guerrillera. Mirad lo que cuenta en una entrevista para Radio Televisión Española (TVE)
"El ELN fue producto de la Revolución cubana, no tiene que ver con el Partido Comunista, yo no podía afiliarme al Partido Comunista porque una de las exigencias era ser ateo y yo era religiosa. Era un movimiento nacionalista de liberación", manifiesta al justificar que en esa guerrilla encontró un espacio para su lucha social.
"La guerrilla me buscó en Buenaventura, donde decidí dejar el hábito, me llamaron me sentí como el agente 007, ¡una monja, imagínense!. Vienen a por mí un par de guerrilleros, me montan en una canoa y me voy al monte", relata sobre su primer contacto.
Pero esa segunda aventura en su vida, terminó cuando por casi es condenada a muerte y fusilada por el hombre del cual se enamoró, Fabio Vásquez (jefe guerrillero), por cometer unos simples errores humanos.
Otro momento clave fue cuando cometió varios errores: "Aunque luego se supo que no tuve responsabilidad, cayeron varios compañeros y Fabio ordenó mi fusilamiento", encargo que nunca se cumplió.
Y no se ejecutó "porque ya se habían producido injusticias con esos fusilamientos", uno de los hechos que Esguerra censura pasados los años.
Pero los motivos fundamentales por los que abandonó en 1989 el ELN es porque, convertida en un enlace en México por decisión de la jefatura rebelde, se sintió "alejada del pueblo colombiano" y no veía avances en lo que ella consideraba el objetivo: la revolución.
Libro con los testimonios de Leonor Esguerra y su vida.
"En ese momento se produce la caída del Muro de Berlín, del bloque socialista y es un golpe muy duro; uno piensa que esa era la revolución", se ha lamentado para asegurar tajante que "no hay arrepentimiento, tanto en la vida religiosa como en la vida guerrillera" porque en ambas facetas participó "totalmente convencida".

Ella piensa que el Ejército se ha vuelto mucho más feroz de lo que era. Pero lo realmente interesante es cómo una persona puede pasar por tantas situaciones adversas y totalmente diferentes. En una de ellas educaba lo que debía y le obligaban a esas niñas inmaduras en el camino del saber a madurar y florecer en la sabiduría. En cambio, cuando estaba en la guerrilla, gritaba silenciosamente lo que creía justo y luchaba por ello.
                                                                                                         
Leonor Esguerra ha escrito un libro sobre las infinitas aventuras que ha protagonizado. Espero que sigan habiendo este tipo de personas, que hacen de los pequeños y de los grandes actos, algo interesante de contar a otras personas, en este caso, a vosotros/as. 

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